Puerto Madryn
Lo primero que hago es buscar un BBVA Frances a ver si aquí cuela y me dan el dinero. No me lo creo la cajera empieza a introducir todos mis datos. Hasta que... "¿Número CUIL o CDI?". Señorita váyase usted a tomar vientos. No desesperemos, parece que puede existir un lucecilla al final del túnel.
-"Vaya al ANSES, creo que allá le pueden asignar un número CDI". Nada que ver con el hombre de Bahía Blanca.
Paseo para el Anses, donde otra mujer muy agradable acaba averiguando que en el AFYP me darán un CDI sin ningún problema.
Paseo al AFYP, otro buen rato de espera, en el cual creo que ese señor canoso se ha colado... y por fin tengo mi numero de identificación o CDI.
El banco ha cerrado a las 13:00. Es viernes, hasta el lunes no hay dinero que valga.
Por recomendación de Nenein paro en Hostel Pardelas, creo que no le tocó la misma habitación que a mi.
Caigo redondo en la cama, en la cual intento tener el mínimo contacto con nada que no sean las sabanas, que parecen limpias.
Se abre la puerta y aparece mi compañero de habitación, he de decir que escogí esta habitación por que de la primera en la que me ubicaron, me dio mal rollo como la tenía su inquilino.
Mi nuevo compañero, borracho como una mona, me cuenta su vida. Están esperándole a la puerta para ir a pinchar a Pinamar. Es músico y surfer, va ha ganar nueve mil pesos. Fue casi rico al morir sus padres pero se ve que es propenso a enamorarse y a dejar de pensar. Creo entenderle que antes del hostel, al cual le invitan, estaba en la calle sin un mango.
Habla de un profecía de no se que Xul Solar, que es el elegido, y que sorpresa, se sincera diciéndome que esta un poco mal de la cabeza, quién lo diría ¿no?.
La verdad que no da demasiado mal rollo, pero me quedo más tranquilo cuando mete todas sus cosas, menos dos camisetas que me regala, en un par de mochilas y una caja y se va. Mañana cambio de hostel.
Engualichado.
El Gualicho es el hostel elegido, pertenece a Hosteling International. Es grande, muy cuidado y relimpio.
Mientras espero a que me asignen cama, pregunto a un par de chicas si conocen Península de Valdes y si les apetecería compartir un auto alquilado para ir. Agustina y Martu aceptan, yo me encargo del coche y ellas de encontrar otro par de excursionistas.
Con toda la tarde libre hecho a andar hacia el Indio. Escultura a los indios tehuelches en el lugar donde los galeses se establecieron por primera vez. Pruebo a hacer dedo y al primer coche consigo pasaje a Punta Loma, cala donde descansan decenas de lobos marinos. Me recoje una pareja que esta de vacaciones con sus dos hijos, niño y niña. Son de Colon, al norte de Buenos Aires.
Esta bien por que a la entrada de la reserva faunística nos preguntan de donde somos, yo que ya se como es el asunto callo como un muerto. Nos cobran treinta pesos a cada uno, los niños gratis, y la entrada reza "ENTRADA MENORES", si llego a hablar pago cién.
Tras la visita, la familia me devuelve a Puerto Madryn. Geniales.
Pregunto en unos cuantos lugares de alquiler y al final sera Centaurio Rent a Car quién nos proveerá de auto. Las chicas han hablado con Estaban, un chico de Buenos Aires, que parece que le interesa la idea. Durante la cena tendremos que convencerle, no le entusiasma demasiado la idea de madrugar un domingo. Por suerte la operación boliche se cancela y nos vamos todos pronto para la cama.
Amanece el domingo 30 de Diciembre. A las 7:15 estamos desayunando como clavos, realmente creemos que Esteban no se levanta, nada más lejos de la realidad.
A eso de las 8:00 el motor del Ford Fiesta empieza a rugir, nos quedan por delante 440 km de caminos de tierra.
A la entrada de la Península de Valdes hay que pagar entrada, la historia se repite, nacionales treinta, extranjeros cien. La idea es que Martu conduzca a la hora de pasar el peaje. Miércoles, estaba más cerca de lo que creíamos.
-"Buenos días. ¿De donde vienen?. Pregunta el hombre de la barrera. Yo no articulo palabra.
-"Somos de Tucumán, estamos de paseo". Contesta Martu desde el puesto de copilota con, de momento, voz angelical.
A todas las preguntas el hombre me mira y contesta Martu, yo callado y mirando abajo. No es capaz de concebir tal grado de colzonismo y sumisión en mi. Nos pide a todos nuestros documentos. Para que quiero más. Empieza a salir de mi boca un dialecto totalmente inteligible, intento recordar el deje incomprensible del correntino que trabajaba con la familia en Bahía Blanca, pero a lo que sale de mi boca solo le falta la baba para que me diagnostiquen con algún problema mental.
En el momento en que el hombre se planta y a mi me pide cien, en vez de treinta como al resto, y para más inri piden ocho pesos por el coche de alquiler, la fiera que Martu lleva dentro despierta.
-"Andá y llamá al encargado". Su voz ya no suenan tan dulce. -"Cada día me avergüenza más mi país".
Para entonces, y a sabiendas de que mi acento no pasa por tucumano ni "tucumeño", ni por cortito de mente, me sale un "hombre no me fastidies, ¿me vas a cobrar cien?". Esta frase aquí con mi acento me delata más que enseñar mi pasaporte. Ya no hay nada que hacer.
Cientoveinte kilómetros después de camino de ripio (gravilla), llegamos a Caleta Valdés, donde los pingüinos campan a sus anchas. Parece que tener a un puñado de raros especímenes de simios a apenas un metro de ellos no les afecta lo más mínimo, parece estuvieran contratados por la municipalidad. Desde acá también vemos elefantes marinos a lo lejos.
Elefantes marinos en la lejanía.
Seguimos camino de Punta Norte, no sin antes saltarnos las reglas y bajar a la playa, donde un par de lobos marinos emergen a escasos metros de la orilla y nos miran con cierta curiosidad, poca la verdad, ya que en un momento desaparecerán.
Martu y Esteban infringiendo las leyes.
Un montón de lobos marinos nos esperan en Punta Norte. Presenciamos todo un culebrón marino. dos machos peleándose por una hembra que va de uno de los contendientes al otro. Ya veis muchachos, en todas las especies se repite la misma historia jajaja.
Macho de león marino.
Aperecen un par de tipos de armadillos. Están acostumbrados a comer de la mano, y la mayonesa que se nos ha caído al suelo es el cebo perfecto para una sesión de robados con uno de ellos. El quirquincho, o peludo, esta simpático, pero con Agustina con sus reacciones amor odio/miedo también nos reímos un rato.
Vuelta al coche con el estomago lleno y kilómetros de ripio por delante. Coche devuelto en perfecto estado y todos sanos y salvos en el hostel.
31 de Diciembre de2012
Otro año a tachar de la lista. Llega el 2013.
Se esta organizando una buena. Un cordero patagónico entero, chorizos, ternera, ensaladas... Asado para treinta o más, acompañado de gran variedad de vinos y un poco de fernet para bajarlo todo.
A media tarde nos vamos al VEA de compras Mario, Mauricio, Ezequiel, Martu, Agustina, yo y alguno más que se me queda en el tintero. Mario como buen asador se encarga del cordero desde el mismo momento en que pasa a ser de nuestra propiedad, se lo alza al hombro y para el hostel.
Un paseo por la costanera con Agustina para abrir el apetito y ha preparar el banquete, teníamos la esperanza de que ya estuviera todo en la mesa, que vagos jaja.
La cena riquísima y la compañía excelente, somos un montón y lo pasamos genial. La historia de mi fugaz intento de nacionalizarme tucumano da para unas cuantas risas.
Por primera vez en mi vida se acercan las 12 de la noche de un 31 de Diciembre sin doce uvas delante mía, sin Ramonchu en la televisión, es más, sin televisión. Sin alguien explicando que lo primero es el carrillón, y que después vienen los cuartos, sin alguien escogiendo las uvas pequeñas, pelándolas y quitándoles las pepitas. Sin alguien prediciendo cual sera el primer anuncio del 2013... Ni mejor ni peor,diferente.
-"Por el mio ya son las doce." Dice cualquiera.
Brindis y besos a todo el mundo. Voladores y petardos en la calle. ¡Fiestoón!.
La verdad es que desde el momento en que apartamos las mesas de la cena en adelante la noche pasa volando. Algo raro me pasa, bailo todas las canciones con todas las chicas de la fiesta, estoy irreconocible jajaja.
Madre, que alta está la música, me tengo que acercar mucho para hablar con esa chica...
Subo a por una chaqueta y la expedición Gualichera desaparece, alguien me podía a ver esperado, ¿no,chica?. No pasa nada, todo se andará jaja.
Doblo la esquina y me encuentro con una excisión del grupo hostel. Entramos al Gardelitos. Un speaker muy malo cuenta cosas raras entre canción mala y canción peor. Una cerveza no acaba de subirme el animo y el momento cotillón, con gorros de plástico y diademas y motivos fiesteros, unido al exceso de fernet que circula por mis venas, pone a mi cuerpo en función off, tan solo el piloto automático rumbo habitación 25 esta activo.
Acabo de empezar un año nuevo, el 2013. Estoy a 12.000 km de la gente con la que pase las 29 nocheviejas anteriores, mi familia y mis amigos, aunque es cierto que estoy sentado a la mesa con un puñado de gente que entra en la categoría de amigos. Acaba el año en el que tomé la decisión mas radical en mi vida, alejarme físicamente de todo lo que la forma, a excepción de lo que cabe en una mochila de 40 litros, e irme al otro lado del mundo a ver que se cuece, a conocer a un montonazo de muy buena gente, a disfrutar de todo lo que sucede a mi alrededor sin más necesidad que ser y estar, a dormir en casas, hostels, tiendas de campaña, hoteluchos mugrientos... Estoy viajando sin expectativas, sin prisas, sin metas. Disfrutando de la buena gente y de los sitios bonitos. Busco estar feliz, no me quiero preocupar por nada sin importancia. Me gustaría que todo aquel que entre en mi saco de buena gente me tenga por lo menos la misma estima.
¡Feliz año a todos!
Circulo vicioso
Empiezo el año con un poco de playa y mi primer baño marino un día 1 de enero, hace sol pero la verdad que me tuve que armar de valor para entrar al agua, muy fría.
Cada día alguien me pregunta si me voy mañana, al tercer día ya me lo preguntan con cierta sorna. En recepción me dan por imposible, voy pagando día a día y siempre tarde. Unos de los días, nada más desayunar me están buscando. Hay un hombre en recepción con un montón de maletas esperando saber si me voy o me quedo para ocupar mi cama, tendrá que buscar otro alojamiento. Confirmado, sufro de engualichamiento severo.
Todas las comidas y las cenas de los próximos cinco días las comparto con gente del hostel, el ambiente es increíble.
Mario, Mauricio, Luis, Jorge, Ezequiel, Axel, Gastón y los que no me acuerdo son viejos gualichos.
De Río Gallegos están Esteban, El Negro, Matias y otros tres o cuatro. Varias comidas y cenas y unos cuantos tragos de fernet son una buena base para una amistad.
Mario, Mauricio, Luis, Jorge, Ezequiel, Axel, Gastón y los que no me acuerdo son viejos gualichos.
De Río Gallegos están Esteban, El Negro, Matias y otros tres o cuatro. Varias comidas y cenas y unos cuantos tragos de fernet son una buena base para una amistad.
De fiesta con Agustina, Esteban y Martu.
Lebzy me escribe, se viene para Puerto Madryn. Creo que a lo largo del viaje voy a encontrarme con mucha gente y reencontrarme con los mejores.
Por fin me decido, es sábado 5 de enero y me acabo de comprar una tienda de campaña,un saco y una esterilla. Kit de camping y el empujón que necesitaba para desengualicharme. Como no, siempre hay un buen asado para despedirme del lugar.
Mañana me voy a Camarones. La decisión ha sido bastante fácil, abrir el mapa y calcular unos 300 km al sur y hay estaba Camarones. Para reafirmar mi decisión encuentro a Laurent Gimenez por couchsurfing. Vive en Camarones y ofrece alojamiento y comidas a cambio de echar una mano en la construcción del eco barrio que esta proyectando con tres amigos. Él se tiene que ir por un tiempo, pero el resto del equipo esta encantado de hospedarme.
Esteban, uno de los chicos de Río Gallegos se va el domingo a la mañana. Con el viajo por la ruta 3 hasta casi Garayalde, al cruce con la ruta 30 que me llevara a mi destino.
Me despido de Esteban, tengo sus señas por si caigo por Río Gallegos, casi seguro que si. Esteban, Matías, El Negro y los demás hacen que el cien por cien de la gente de Río Gallegos que conozco sean recopados.
Me despido de Esteban, tengo sus señas por si caigo por Río Gallegos, casi seguro que si. Esteban, Matías, El Negro y los demás hacen que el cien por cien de la gente de Río Gallegos que conozco sean recopados.