miércoles, 6 de marzo de 2013

Vuelta a la celeste Argentina

El Calafate

Eva y Antonia se apuntan al autostop con Iosu y conmigo. Eva y Iosu viajaran juntos, y Antonia y yo seremos el equipo Naranjito.
¡Adiós a Puerto Natales!
Un hombre de ochenta años, que no los aparenta en absoluto, nos lleva a los cuatro hasta el primer control fronterizo. Allá nos damos cuenta de que el embutido y la fruta nos pueden meter en un problema a la hora de cruzar la frontera. La comida del viaje ha de ser ingerida casi antes de empezar.


Mandamos a Eva de avanzadilla, y consigue dos coches para Río Turbio, pueblo que vive de explotaciones carboníferas. Antonia y yo nos quedamos en una gasolinera, de donde comenzamos a andar hacia la salida del pueblo. Nos levanta una chica joven, que es forense de la policía. Nos lleva hasta el cruce que va a El Calafate, donde nos encontramos con Iosu y Eva. Nosotros avanzamos unos metros para no estar todos juntos. Los levantan primero a ellos, nosotros tardamos un rato más.


Una camioneta de gauchos para y nos subimos los dos a la caja. Hacemos unos cuarenta y cinco kilómetros con los restos de un oveja como compañía. Nos reímos bastante con la experiencia. Resulta ser que el conductor es descendente de asturianos. Nos dejan en medio de la nada, en el cruce de la 40 hacia Cancha Carrera.




El Gauchito Gil es una especie de santo muy venerado por el norte de Argentina, que con el tiempo ha ido colonizando con sus banderitas rojas, los laterales de todas las rutas argentinas.




Pasamos cosa de dos horas esperando. Viento furioso y amagos de lluvia. Menos mal que Antonia se anima y alegra el momento con canciones germanas. No canta nada mal.
Para un hombre en una pick up. Es administrador de una cadena de farmacias de la zona sur. Lleva paquetes a las farmacias de El Calafate. Tiene que pasar la mercancía a la caja para que podamos subir.


Tengo el número del móvil de Cecilia, la chica con la que me quedare en El Calafate, pero no soy capaz de contactar con ella.
Preguntamos por el hostel de Antonia, cada persona nos dice una cosa. Después de andar todo el pueblo, descubrimos que estaba muy cerca del lugar donde nos había dejado nuestro transporte gratuito.
Desde el WI-FI del hostel, consigo comunicarme con Cecilia. Quedamos a las 21:10 en el Casino.
Paso un par de horas en el Casablanca tomando cervezas y usando el ordenador.
Cecilia es una chica aventurera, se paso dos años viajando a dedo por Argentina. Nos contamos esto y mucho más en lo que se bebe una botella y media de vino.
Como de costumbre, lo que van a ser un par de noches, se convierten en seis días.
El Calafate esta a orillas del lago Argentina y están celebrando la Fiesta del Lago, dos semanas de conciertos y actividades gratuitas.
Una de las noches tocó Suicidio Primavera, el grupo en el que canta Ariel, el couch de Eva. Esa misma noche nos vamos a La Cueva,  una especie de centro social, bar, sala de conciertos y lugar de paso de todo viajero que allá desee pasar alguna noche y tomar algo. Conocemos a Jorge, que es el dueño. Lo tiene montado como hace treinta años. Están también Johana y Paluj, francesa y polaco. Con ambos coincidimos en casa de Gloria en Puerto Natales. La fiesta se alargó bastante y el vino y la cerveza corrieron a raudales. 
Un par de noches más nos dejamos caer por La Cueva. ¡Muchos buenos viajeros!. 







Laguna Nimez con Johana, Eva y Ariel.



El Cañadón.

Un paseo por la Laguna Nimez, reserva de avifauna, y una tarde de relax por el Cañadón, que es el curso del arroyo Calafate y un oasis de verde vegetación en medio del reseco paisaje. Estos son solo los preparativos para el gran colofón natural, el Glaciar Perito Moreno.
Hago dedo y enseguida me levantan dos amigas de mediana edad con el sobrino de una de ellas de dieciséis.
A la entrada del Parque Nacional Los Glaciares, vuelvo a pasar por argentino, cuarenta pesos, el valor del silencio jaja.
Ellas están con algún que otro achaque y no se animan a bajar a las pasarelas desde las que se observa y se admira la grandiosa mole de hielo ancestral.
El día esta medio nublado, y aun así, los colores azules que se ven en el hielo son espectaculares.









Encontrar la diferencia entre esta foto y dos más arriba y entenderéis la del medio. Increíble estruendo.

Antes de ir arrancar el coche para volvernos a El Calafate, sacan la bolsa de la comida y me convidan a sándwiches. Excursión redonda.


Cerro de Los Elefantes, de vuelta a El Calafate.

La última noche, que raro, me despido de El Calafate con un asado. Juampi es el couch de Iosu, es chef y el encargado del asado. Cenamos los tres solos, Cecilia no fue quién a encontrar la casa con las indicaciones que le di.
He pasado unos días en casa de Cecilia, pero la verdad es que no hemos podido compartir demasiado tiempo. Trabaja para una compañía de autobuses vendiendo los tickets, y entre sus turnos y mis turnés poco tiempo pasamos juntos. Un abrazo fuerte para ella.
Nos vamos de El Calafate como llegamos, a dedo. Paso por casa de Juampi a recoger ropa que deje ayer lavando. Desayuno con Iosu y nos hacemos a la carretera.
Nos levantan dos chicas que van a Tres Lagos y maldito el momento en que Iosu dice que llegamos de España haciendo autostop. De hay en adelante yo pase siete meses en el Amazonas, viviendo con la tribu ¿choibu?. Pase malaria y dengue. Mal, que manera de reírnos como tontos.
Mentiras piadosas para hacer el viaje más ameno.
Un coche más y nos plantamos en El Chaltén.

El Chaltén

No acabamos de salir del coche y aparece Antonia y al momento Eva. Iosu se queda en el primer hostel que encontramos y yo probaré suerte en casa de Florencia, una couchsurfer que ofrece un pedacito de terreno para montar la tienda. Allá me quedare por dos noches.
A las tres de la mañana Antonia se va para Bariloche, y como alemana ordenada tiene que dormir sus horas. Pasamos por su hostel y nos despedimos.
Iosu, Eva y yo nos vamos a cenar a un restaurancito muy chico, donde María nos da de cenar muy rico, aunque resulta ser un poco antipática la chica. Una pena.
Amanece un nuevo y bonito día. He quedado a las 09:00 para desayunar con mis compañeros viajeros y hacer la caminata hasta la base del cerro Fitz Roy. Increíble el día que tenemos, ni una nube. Nos dicen que es muy difícil ver el Fitz Roy sin una nube. Otro golpe de suerte.




21 de Febrero, decido continuar mi viaje, no sin antes olvidar mi neceser en casa de Florencia. Desayuno con Eva e Iosu. Me despido de ellos seguro de que nos volveremos a ver.
A la salida del pueblo hay gente haciendo dedo, así que empiezo a caminar. Dos horas hasta que me levantan de la ruta. Un poco de ejercicio para empezar el día. ¿Cuánto pesara mi mochila?. Casi que no lo quiero saber.
Me dejan en la ruta 40 donde como caído del cielo aparece Domingo. Setenta y dos años, enviudó hace seis y se compro una furgoneta. Le instaló una camita y una cocina y carretera y manta.
Tiene su casa en Buenos Aires y va a San Luis a ver a su hermano. Antes parará en El Bolsón para visitar a su ahijada, una de sus sobrinas.
En principio le digo de llegar hasta Perito Moreno, pero pronto cambio de idea.
Este tramo de la ruta 40, es lo más inhóspito y poco transitado que os podáis imaginar, por lo que decido seguir hasta Esquel con Domingo.
1.200 kilómetros por delante, dos noches y más de una historia con este buen hombre que jamás podre olvidar. ¡Y aquí seguimos!.



La pipa de Domingo. No fuma, solo la desenfunda para las fotos. 

La furgoneta lleva un montón de kilómetros quejándose del embrague. Domingo no quiere forzarla más de la cuenta, por lo que me deja en la loma siguiente a Esquel, desde aquí sale llaneando. La traffic, a regañadientes, se lo agradecerá.

Esquel

Padre e hijo italianos, me acercan al centro de Esquel. Visito la oficina de turismo y me decido por el hostel Planeta Hostel.
Conozco a unas chicas de Buenos Aires en el hostel, unos mates y me invitan a compartir la cena con ellas, hamburguesas caseras, exquisitas.

Trevelin es un pueblito que esta muy cerquita de Esquel. Fundado por galeses y conocido por los molinos que aquí funcionaron durante muchos años. Es la entrada a la presa Amutui Quimei, que es parte del Parque Nacional Los Alerces. Debería de pagar entrada, pero paso con William, un hombre que se dedica a la compra-venta de rosa mosqueta y un par de variedades de setas. Es amigo de los guarda parques. Me deja apenas entramos al parque. Va a mirar si las rosas mosquetas están para recoger.
Me arrejunto con una familia con la que hago el resto de la visita por la presa. Salgo con ellos del parque y me dejan en Trevelin. 


Catarata de los Tambores.


Embalse Amutui Quimei.


Casualidades de la vida. Me siendo en el prado a merendar, en la plaza de Trevelin, y aparece Eva. Viene desde El Chaltén camino de El Bolsón. Uno de los chicos con los que viaja viene a visitar a un amigo enfermo. Hablamos un ratito y siguen viaje.

Es el ciento siete cumpleaños de Esquel, y lo celebran con varios conciertos. Uno de ellos de Vicentico, en España con ese apodo solo podría ser humorista, todos mis respetos a Vicentico y a todos sus fans. Iosu esta en la ciudad, aun no le he visto, pero quedo con el y sus couchsurfers para ver el concierto.
Lunes 25 de Febrero. Hoy es el día exacto del cumpleaños de la ciudad. El desfile es ostentoso. Un montón de representaciones de todas las agrupaciones de todas las índoles imaginables. Colegios, grupos culturales y deportivos, policías, bomberos, militares a patadas con sus coches e incluso tanques y un helicóptero. ¡ A lo grande!.

Estoy bastante vaguete. Paso un montón de tiempo con el ordenador en la cocina del hostel. Una de las noches, mirando el facebook, aparecen unas fotos increíbles. Mis hermanos han encontraron en el grupo de antiguos alumnos del Colegio de Salinas, fotos en las que aparece nuestro hermano Pablo. Murió hace un montón de años, siendo yo un renacuajo. Son muy pocos los recuerdos que tengo de él y, me he dado cuenta hace poco, que no recuerdo nada de lo que se vivió en mi casa los años siguientes. No se si esos recuerdos estarán en algún lugar de mi mente, no se si quiero recordarlos. Me emocione mucho cuando las vi y me emociono escribiendo esto. Si, me gustaría recordarlos.












  






















5 comentarios:

  1. Jajajja...que buen capitulo!!! Veo que tu vena olvidadiza sigue intacta!! Ya tardaba en salir...bueno,bueno,y lo del paisa furgonetero...que crack!! Buen sitio que tiene que ser ese para viajar en furgo.y por lo demas que decir tio...perito moreno,fritz roy,calafate...vaya viajecito te estas pegando cabron!! Disfrutalo por quue ya no hay duda...sera el viaje de tu vida!!! Solo espero que no vuelvas hecho un cacho gay!!! Jejejejj.abrazos Juan

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  3. Juaníiiiiin! Muy chula la entrada y emocionante final! Las fotos de Pablo en el cole una bonita sorpresa. A mi me gustó también mucho verlas. :) Un abrazo.

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